Quienes no tienen problemas de visión no se habrán planteado esto, y de hecho puede que tampoco los que llevan gafas desde la infancia porque las consideran una parte de su cuerpo, pero si eres usuario de éstas, déjame explicarte un par de cosas respecto a la lente del visor.
Las cámaras réflex destacan porque gracias al sistema de espejos que hay en el interior, podemos ver a través del visor el encuadre tal como llegará al sensor cuando apretemos el botón de disparo. Al realizar una fotografía, uno de los principales pasos es enfocar la lente del objetivo para tener una imagen nítida, pero el visor también dispone de un regulador dióptrico y debe ajustarse al menos una vez a nuestra vista.
¿Qué es el dióptrico?
Toda cámara réflex tiene un regulador que desplaza la lente con la que vemos la imagen reflejada, puede ser una pestaña que se desplaza o tener forma de ruedita. Puede que para su manipulación te sea más cómodo quitar el protector de goma que lleva el visor. Este procedimiento en principio bastará que lo hagas una vez, y te explicaré qué hay que hacer para asegurarse de tenerlo bien calibrado.
Tener mal ajustado el dióptrico no afectará a las fotos, si no a lo que ves al mirar a través del visor antes de disparar. Si lo tienes mal compensado, lo que pasará es que tú estarás viendo la imagen borrosa, aunque la cámara puede estar enfocando bien y la foto quedará perfecta.
¿Cómo ajustar el dióptrico?
Primero, enfoca algún elemento fijo y muy contrastado con el que resalte la menor falta de nitidez, preferiblemente que se encuentre sobre un mismo plano paralelo al sensor, por ejemplo una hoja de texto vista de frente, y una vez bien enfocado mantén la cámara fija; puedes usar trípode para asegurar la distancia entre la cámara y el objeto, evitando el desenfoque que pueda causar el cambio de distanciamiento por tu propio movimiento con la cámara. Para éste paso confía en el enfoque automático, es muy preciso; sin el visor bien regulado, no podrás fiarte de lo que ves para hacer el enfoque manual, y no estarás calibrando correctamente.
Una vez enfocado el objeto, ahora mirando a través del visor a ojo desnudo regula el dióptrico hasta que la imagen sea totalmente nítida a tu visión. Para más seguridad, lo que sí o sí debes ver nítido indistintamente del enfoque que haga el objetivo, son los indicadores de los valores de exposición. Con esto habrás calibrado el dióptrico de tu cámara a tu vista.
Ten en cuenta que esta regulación puede contrarrestar los efectos de la miopía o la hipermetropía hasta cierto grado, pero no los del astigmatismo; por eso, puede ocurrir que no encuentres una regulación que se ajuste a tu vista si tienes mucha dioptría o astigmatismo.
Usar la cámara con gafas:
Si el quitarte y ponerte las gafas cada vez que vas a hacer una foto te parece un engorro, puede ayudarte tenerlas atadas al cuello con una cinta para tus gafas. Es un detalle muy simple y muy barato.
Según la forma de tus gafas, puede que hayas encontrado un ángulo con el que puedes ver por encima de éstas directamente al visor; si practicas este método ten cuidado con una cosa, vigila que no estés ladeando la cabeza, porque eso puede hacerte perder la referencia del horizonte. Intenta que al mirar por el visor, tu cara esté totalmente recta.
En el caso de que vayas usar la cámara con las gafas puestas, te encontrarás con el inconveniente de que el ojo está más alejado del visor y será más difícil ver todo el encuadre. Además, procura tener siempre puesto el protector de goma para evitar roces entre las gafas y el visor para que no se te rayen las lentes!